Una sola voz para sacar a este país de la incultura, miseria y podredumbre a la que nos lleva esta clase política de los privilegios y la mano en la bolsa. Solo de la mano de la gente trabajadora y honesta y de una clase política que no vea la gestión del bien común como privilegio y buena vida, vidorra, sino servicio y buen gobierno por el bien común.
Ante el neoliberalismo salvaje que, como buitres al igual que con la vivienda, se remueven inquietos alrededor de la escuela pública, para hincarle el pico, sabiendo como saben, que esta clase política los tiene como amos absolutos a los que obedecer ciegamente a su petición, alumnado para el mercado.
Alumnado de fracaso escolar por un lado y sin escrúpulos por el otro. El sentido común, la buena gente y la razón todo marginado cuando huelen sangre de dinero.
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